El mindfulness consiste en entrenar tu cerebro para enseñarle a concentrarse en una sola cosa y enfocar toda tu atención en ella, de manera que los resultados y el éxito de las tareas sean más notorios. Se estima que la productividad de los empleados que incluyen el mindfulness en su rutina diaria de trabajo aumenta en un 20%. Vamos a ver hoy el mindfulness para aumentar la proactividad y las finanzas.
Esta técnica tiene sus orígenes en el Oriente y ha sido traída a este lado del mundo hace algunos años. Comenzó siendo una práctica budista, sin embargo, cada vez son más las empresas que implementan esta técnica entre sus empleados para disminuir la ansiedad o depresión que pueden causar arduas jornadas de trabajo, generando de alguna forma altas y bajas en la salud mental de los trabajadores.
Las mujeres son las más afectadas en cuanto a estas altas y bajas emocionales ya que son seres humanos mucho más sensibles que los hombres. Mujeres casadas, con hijos, que trabajen y al mismo tiempo se ejerciten pueden estar propensas a sufrir de ansiedad si no se apoyan en técnicas como el mindfulness para disminuir estas cargas.
El mindfulness es una técnica sumamente ventajosa ya que aumenta y mejora considerablemente el razonamiento verbal y la memoria de los empleados. Al mismo tiempo que aumenta su rendimiento y lo convierte en un individuo multitask: capaz de realizar varias tareas al mismo tiempo sin ningún problema. El mindfulness para aumentar la proactividad y las finanzas es una posibilidad y también para aumentar la productividad laboral.
Por otra parte, practicar la técnica del mindfulness no solo disminuye los niveles de estrés, sino que también les facilita a las personas recobrar la postura luego de sufrir un período de estrés. La productividad aumenta siempre y cuando se trabaje en equipo, apoyándose para cumplir con todas sus tareas. Lo creas o no, el mindfulness ayuda al proceso de escucha, lo que te da la oportunidad de comunicarte más fácilmente con tus compañeros y tomar en consideración todas las ideas y puntos de vista.
Como si no fuera suficiente con todas las ventajas que te acabamos de mencionar, el mindfulness mejora el sueño, aumenta la concentración, la atención y la memoria.
Expertos en el área de meditación afirman que, con sólo 15 minutos diarios de mindfulness, mediante una meditación destinada a controlar la respiración, se puede aumentar el proceso de pensamiento racional cuya función es ayudar al individuo en la toma de decisiones dentro de la empresa. Meditar por medio del mindfulness además de aumentar la productividad laboral ayuda también al pensamiento abstracto, aumentando la creatividad y disminuyendo el estrés en situaciones bajo presión.
Hay un par de ejercicios diarios que puedes poner en práctica para comenzar en este maravilloso mundo del mindfulness, y acá te los mostramos:
Comienza por elegir algún estimulo ambiental (el tono de llamada de tú móvil, el sonido de la risa de un niño, un aplauso, etc.). Cuando te veas expuesto a alguno de estos estímulos deberás fijar tu atención en tu respiración con la finalidad de que tu mente se transporte al momento que estás viviendo y te hagas consciente de ello.
Para este ejercicio sólo debes comenzar concentrándote en tu respiración de manera profunda. Luego de entrar en ese estado de concentración, comienza a contar lentamente del 1 al 10, alejando cualquier pensamiento distractor y sólo concentrándote en la secuencia numérica.
Fija tu mirada en algún objeto inanimado, una hoja de papel o la pantalla de tu ordenar. Deja que consuma toda tu atención y solamente obsérvalo. Caer en cuenta que estás observando una sola cosa, sin importar que haya más a tu alrededor, te hace entrar en un estado de conciencia que te hace sentir totalmente despierto. Esto te libera de todos tus pensamientos y aunque pueda ser algo pequeño, aporta mucho poder a tu espíritu.
No luches con la voz en tu cabeza que siempre busca guiarte por distintos caminos. Hazte su amigo, siéntate a interpretar tus pensamientos y no pelees contra ellos sean buenos o malos. Usualmente en nuestros pensamientos está la respuesta a muchas situaciones.
La base de una meditación por medio del mindfulness es saber controlar tu respiración. Para comenzar, deberás dejar los ojos abiertos y concentrarte en centrar tu respiración no en tu pecho como normalmente lo harías, sino procurar que el aire comience a salir de tu vientre. Trata de inhalar por la nariz y exhalar por la boca, concentrándote en el ritmo y el sonido de tu respiración.
Tu mente comenzará a viajar hacia un lugar tranquilo seguramente, pero esto no es lo que buscamos en este momento. Debes hallar la forma de regresar tu atención al objetivo cada vez que tu mente deambule hasta conseguir restaurarla, consiguiendo así la paz y tranquilidad que buscas. Este ejercicio te toma sólo un minuto y puedes realizarlo varias veces al día si lo necesitas.
El mindfulness es todo un estilo de vida más que una técnica. Con ella se consigue alcanzar la calma mental, estar más tranquilos emocionalmente y más positivos frente a situaciones que involucren tensión.