La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, ella nos protege de agentes externos como el frio, el aire, las bacterias, también almacena agua y grasa, gracias a ella podemos percibir sensaciones, resulta impactante que ante todas las funciones vitales que realiza no solemos prestarle la atención necesaria y mucho menos el cuidado que amerita, solo pensamos en ella cuando existe un problema que afecte nuestro aspecto. La salud de la piel va más allá de lo que aplicamos tópicamente: lo que sucede en el interior siempre se reflejará en el exterior y de seguro has escuchado la frase “Somos lo que comemos”, pero ¿Realmente sabes cómo conseguir una piel más sana y radiante controlando la alimentación y la dieta?
Aquí te contamos cómo obtener una piel más saludable y brillante siendo más exigente con la alimentación
Lo primero que debes tener en cuenta es la salud intestinal.
Si el microbiota intestinal no es saludable, el intestino puede desequilibrarse, lo que puede desencadenar muchos problemas físicos y otros que afecten el aspecto de nuestra piel, por ello resulta imprescindible nutrir nuestra piel y lo hacemos a través de lo que digerimos y absorbemos. Si tu intestino no está funcionando de manera óptima, no solo no podrá absorber los nutrientes vitales, las vitaminas y las grasas saludables que tu piel necesita, sino que también puede causar que en el cuerpo se acumulen toxinas, lo que puede acarrear una piel sin luminosidad y con manchas, si la flora intestinal está desequilibrada, puede producirse una inflamación que provoque enrojecimiento, hinchazón y erupciones cutáneas.
De qué manera podemos mejorar la salud intestinal
Nutrientes para una piel radiante
Si bien es cierto que los probióticos ayudan a mantener la salud intestinal, los vegetales son esenciales, una buena dieta basada en el cuidado de la piel debe poseer verduras, frutas, grasas saludables, proteínas de alta calidad y una buena hidratación. Pero, ¿qué nutrientes necesita exactamente nuestra piel para verse saludable?
Antioxidantes
En las frutas y verduras podemos encontrar los antioxidantes, ayudan a combatir los efectos negativos de los radicales libres en nuestra piel: que se relacionan con el envejecimiento rápido, enfermedades graves e inflamación crónica. Esta es la razón por la cual debemos comer alimentos de colores brillantes como pimientos rojos, berenjenas, brócoli, calabaza, tomates, frutos rojos, uvas negras, cerezas e incluso cacao y especias.
Vitamina E
Es esencial para la piel, tiene propiedades antiinflamatorias esenciales para la salud de la piel. Asimismo, es un antioxidante que ayuda a proteger las reservas de colágeno y elastina para una piel más suave. Se encuentra en semillas de girasol, almendras, salmón, avellanas, brócoli, espinacas y aceite de oliva extra virgen, para una mayor absorción se puede combinar con altas dosis de vitamina C.
Vitamina C
La vitamina C juega un papel importante en la formación y síntesis de colágeno, especialmente después de los 20 años, por lo que debes obtenerla a través de alimentos como pimientos, fresas, cítricos, brócoli, espinacas, kiwi, arándanos y cerezas.
Ácidos grasos omega-3
Son muy importantes para que nuestra piel luzca un aspecto más firme. Son antiinflamatorios e ideales para las personas con condiciones como el acné y el eccema. Se encuentran en el aceite de oliva extra virgen, las semillas de lino, las nueces, los huevos ecológicos y los pescados grasos como el salmón y la caballa.
Zinc
Uno de mis nutrientes favoritos para la piel, el zinc regula la producción de algunos biomarcadores inflamatorios y aumenta la regeneración del tejido que forma la capa externa de la superficie de la piel. Regenera y estimula el colágeno y previene los signos de la edad y los daños cutáneos provocados por las agresiones externas. También ayuda a reparar cicatrices. Los alimentos ricos en zinc son mariscos, huevos, carne roja magra, semillas de calabaza, lentejas, garbanzos, frijoles negros, yogur y semillas de cáñamo