¿Has oído hablar de los tratamientos galvánicos? Seguramente si, aunque es algo relativamente nuevo que empieza a estar de moda. Desde luego es lo último para dejar tu piel más tersa, limpia y suave que nunca. Junto con el skinimalismo es una de las tendencias para el cuidado de la piel. Hoy en Vlueers te cuento con detalle lo que necesitas saber sobre los tratamientos galvánicos para rejuvenecer tu piel.
Cada poco tiempo surgen nuevos tratamientos y métodos para mejorar nuestro aspecto y la salud de nuestra piel y cuerpo en general. Aunque los tratamientos con corriente galvánicos no es un invento reciente si que en los últimos años se han puesto muy de moda y se están haciendo un habitual en los tratamientos de belleza.
No es casualidad que esto esté ocurriendo. Sus efectos son bastante notables para la reducción de arrugas, rejuvenecimiento de la piel y eliminación de la piel de naranja. Por eso cada vez más personas van descubriendo las maravillas y virtudes de los tratamientos galvánicos en casi cualquier zona de nuestro cuerpo. Sigue leyendo y sabrás más sobre estos tratamientos que además no presentan apenas dolor ni complicaciones de ningún tipo.
Este tipo de tratamientos lo que hacen es utilizar la corriente galvánica a través de la epidermis para conseguir una limpieza profunda de nuestra piel. Con este tipo de tratamientos galvánicos se consigue una tonicidad inigualable. También permite recuperar la firmeza de la piel en la zona en la que se aplique. Y una de las cosas más evidentes y que más se agradece: los tratamientos galvánicos consiguen eliminar la piel de naranja en nuestra piel, si, eso que tanto odiamos.
La aplicación de los tratamientos galvánicos en sí es sencilla y prácticamente no hay dolor en el proceso. Además, las sesiones suelen ser relativamente cortas. Se trata de unos diodos en forma de bola o rodillo que se va aplicando sobre la zona a tratar con suavidad. Estos diodos hacen pasar la corriente galvánica por la piel. A esto se le conoce como Iontoforesis galvánica. Esto permite una limpieza muy profunda de nuestra piel.
Como ya he contado apenas ofrece dolor ni complicaciones de ningún tipo ni enrojecimientos o irritación de la piel. Simplemente hay que lavar la piel a tratar adecuadamente y aplicar una loción iónica que es la que ayudará a que la corriente galvánica se trasmita adecuadamente y comenzar a aplicar los diodos. La corriente galvánica ayuda a que esa loción sea absorbida por la piel de manera profunda procediendo a la limpieza.
Esa misma crema o loción iónica favorece que se cierren los poros de nuestra piel con posterioridad a la aplicación. De esta forma la piel se mantiene limpia y protegida durante mucho más tiempo.
Las ventajas de estos tratamientos galvánicos son varias. Te menciono las más importantes:
Sobra decir que estos tratamientos galvánicos tienen que aplicarlos un profesional en una clínica o centro de estética. Cada vez más centros de estética ofrecen este tipo de tratamientos, incluso en algunos casos haciéndose a domicilio en tu propia casa.
Quizás los tratamientos galvánicos más utilizados son los del rostro y la cara. Sus efectos pueden notarse en muy poco tiempo y se utilizan mucho para mejorar el aspecto y la limpieza de la piel. Las pruebas son evidentes en la desaparición de arrugas y el rejuvenecimiento general de la piel del rostro.
Pero lo cierto es que los tratamientos galvánicos se aplican casi en cualquier zona del cuerpo que uno desee. Los más habituales, además del tratamiento galvánico facial suelen ser en los brazos, abdomen, piernas y glúteos. Pero como te he comentado se puede aplicar casi en cualquier zona que desees.
El tratamiento en sí puede suponer varias sesiones que el esteticista te irá indicando, pero por lo general no suelen ser muchas. Además, estas sesiones son bastante cortas de duración con lo que se pueden aplicar varias aplicaciones en distintas zonas en cada sesión para ahorrar tiempo y visitas al centro de estética.